Saltar al contenido
Horóscopo Secreto

Las profecías del Apocalipsis

Las profecías del Apocalipsis son uno de los libros más leídos. Te invitamos a conocer las diferentes interpretaciones de las profecías del Apocalipsis, además de algunas de las conclusiones generales que de ellas se han hecho.

Las profecías del apocalipsis pueden leerse en el último libro del Nuevo Testamento de la Biblia. Su autoría se le atribuye a San Juan, discípulo de Jesucristo y desterrado de Patmos por ser testigo de Jesús.

Este libro tiene carácter profético y ha sido objeto de una infinidad de investigaciones a lo largo de la historia, debido a su riqueza simbólica.

Se estima que el Apocalipsis fue escrito a finales del Siglo I o principios del II, cuando se sucedían las persecuciones romanas a los cristiano. Este contexto le confiere gran valor histórico. Para los creyentes, cuenta con un valor agregado, en la medida en que aporta consejos para preservar la fe.

Las interpretaciones del Apocalipsis

  • La primera interpretación del libro sostiene que es una alegoría del combate que se desata dentro de cada fiel entre el bien y el mal.
  • La segunda propone que se trata de una predicción. Identifica en las profecías del libro a personajes históricos como Napoleón, Stalin o Hitler.
  • Según la tercera interpretación, el libro presenta el plan maestro de Dios para la humanidad.

Conclusiones generales de las profecías del Apocalipsis

A continuación, te brindamos algunas de las conclusiones generales a las que se han llegado tras diversos estudios de las profecías del Apocalipsis.

  • Se cree que abarcan desde el año 95 d. C. hasta el fin del tiempo.
  • No se trata del mismo período temporal cuando se refiere a «mil doscientos sesenta días», los «mil años», el «poco de tiempo», los «cinco meses» y «una hora».
  • La «gran batalla del cielo» sucedió cuando Cristo triunfó en la cruz sobre Satanás.
  • Los «diez cuernos» son diez reinos que se erigieron durante el período del Renacimiento y la Reforma.
  • El Imperio romano cayó en el año 1555, no en el 476.
  • El milenio no se inicia ni finaliza en el mismo momento para todos los países.