Las sirenas del mar pertenecen a la mitología griega: son seres fabulosos, que resultan de un híbrido entre mujer y animal. Inicialmente, eran una mezcla de ave y mujer, pero esta visión evolucionó en la representación más común de mujer con cola de pez.
En la mitología griega, destacaban por sus hermosas voces. En las representaciones más antiguas, eran aves con rostro femenino. Tal vez por este motivo se siguen asociando con el canto. En la época clásica, se identificaban con las náyades y su canto llevaba a los marinos a la perdición.
Leyendas de sirenas del mar
En las diversas mitologías, se les atribuye la descendencia de dioses fluviales o de musas. En general, se distinguen entre dos y cinco sirenas: Agláope, Texiepia, Pisínoe, Parténope, Ligeia, Leucosia, Molpe, Radne y Teles.
En la leyenda de Jasón y los Argonautas, la habilidad de Orfeo salvó a los marineros cuando fueron encantados por la voz de las sirenas. Ante la derrota, las sirenas del mar se transformaron en piedras o se arrojaron al mar para morir.
En la Odisea, Ulises tapó los oídos de su tripulación con cera para protegerlos de las nefastas consecuencias de sus voces. Pero como deseaba escucharlas él mismo, ordenó que lo ataran a un mástil para evitar sucumbir a su música.
También hay referencias de las sirenas en algunos cuentos de Las mil y una noches.
En el cuento La sirenita de Hans Christian Andersen, la protagonista puede entender y hablar la lengua humana, pero está condenada al silencio por un pacto con la bruja del mar.