El Popol Vuh consiste en una recopilación de narraciones míticas, legendarias e históricas del pueblo quiché (mayas de la actual Guatemala), tiene un carácter religioso y ofrece una explicación del origen del mundo.
Es un texto que correspondería a mediados del siglo XVI. Si bien se origina en la civilización maya, tiene influencias evidentes del cristianismo.
La creación según el Popol Vuh
En el comienzo, todo estaba vacío y en silencio. Solo existía el cielo y el mar, que era habitado por los Progenitores y Formadores Huracán y Gucumatz, rodeados de claridad.
Luego llegó la palabra. Huracán y Gucumatz hablaron entre sí y surgió un pensamiento claro: al amanecer, debía aparecer el hombre.
Huracán y Gucumatz decidieron que se apartara el agua y surgiera la tierra: «¡Tierra!, dijeron, y al instante fue hecha». Y se crearon las montañas y los árboles.
Fue así que crearon a los animales y les asignaron distintas moradas, en el mar, la tierra y el aire. Les dioses pidieron a sus creaciones que los alabaran, pero solo emitieron graznidos y chillidos. Entonces, Huracán y Gucumatz los condenaron a ser comida.
El fracaso con los animales impulsó a los creadores a inventar al hombre, un ser obediente y respetuoso que que los venerara. Debieron hacer varios intentos: primero, lo hicieron de barro, pero no podía sostenerse, ni andar, o multiplicarse. Así que deshicieron esta creación.
Luego, intentaron con madera. El hombre pudo hablar y multiplicarse, pero no tenía alma, ni entendimiento, ni memoria y no recordaba a su creador. Así que Huracán envió un diluvio para acabar con su segunda creación humana. Pero sus hijos, se convirtieron en monos.
Poco antes del amanecer, los animales llevaron a los dioses mazorcas blancas y amarillas. Con este alimento, hicieron la carne y la sangre de los hombres. Crearon cuatro seres humanos buenos hermosos y muy inteligentes. Veían y entendían lo grande y lo pequeño. Y como parecían dioses, Huracán les nubló la vista para que solo pudieran ver lo que estaba cerca.
Cuando los hombres dormían, los dioses crearon a hermosas mujeres. Y entonces, comenzaron a multiplicarse.